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En nuestra vida tenemos muchos lazos que nos atan a personas, situaciones o lugares que no nos dejan caminar en libertad. A veces esos lazos tienen tanta fuerza que no somos conscientes de que siempre podemos elegir cómo reaccionar ante cualquier circunstancia de nuestra vida. Cortar esos lazos supone recuperar nuestro poder, dignidad y libertad. Cuando cortamos lazos tóxicos que nos ataban a otras personas, nos sentimos libres de elegir si queremos estar con ellas como seres libres y completos, y también dejamos libertad para que las otras personas elijan si nos quieren en su camino. Así tendremos relaciones basadas en el amor y el respeto sin generarnos ni generar dependencias. El corte de lazos se lleva a cabo mediante una visualización guiada y, en ocasiones, con decretos y afirmaciones para trabajar individualmente. |